¿Realmente funcionan los sistemas de recompensas?

Quiero presentarte una charla de Daniel Pink en TED, donde habla de los sistemas de recompensas en las empresas, explicando cuales funcionan y cuales no:





Lo que me resulta más interesante es el hecho de que las recompensas extrínsecas no solamente en muchos casos no funcionan sino que hasta pueden resultar contraproducentes.

Si bien pueden funcionar cuando existe un objetivo claro y un camino para lograrlo, este tipo de puestos son cada vez menos comunes.


La creatividad y pensamiento lateral son necesarios cuando se requiere crear algo nuevo, diferente a lo que ya existe. En ese caso la motivación instrínseca es la que más funciona.

¿Qué sistemas de recompensas existen en tu empresa? ¿Creés que dicho sistema funciona?

Saludos
Martin

Nueva charla sobre gestión de emociones



Si residís en Buenos Aires, Argentina, quiero invitarte a una nueva charla sobre cómo manejar emociones negativas, organizada por el grupo OLA de linkedin. La misma se realizará el próximo 11 de Junio a las 18:15hs, en el barrio de Belgrano.

Podés consultar los detalles e inscribirte aquí.

Te esperamos!

Saludos
Martin


La percepción de equidad en las recompensas



Hoy quiero hablar sobre un experimento que se ha hecho y que ilustra la importancia de la equidad:

En dicho experimento participan dos personas. La primera es la encargada de decidir cómo se repartirán 100 dólares entre los dos participantes. La segunda persona puede aceptar o rechazar la oferta realizada por la primera persona.

Si el segundo participante acepta, el dinero se reparte de acuerdo a lo establecido por el primer participante. Sin embargo, si el segundo participante no acepta el trato, ninguno de los dos participantes obtiene dinero.

El estudio se realizó reiteradas veces en diferentes países y los resultados son muy interesantes. 

Podríamos pensar que siempre y cuando el segundo participante reciba alguna cantidad de dinero este aceptaría. Supongamos por ejemplo que el primer participante decide quedarse con 90 dólares y dar solamente 10 al segundo. A dicho segundo participante le convendría aceptar la oferta, aunque este reciba menos dinero que el primero. Después de todo, si no la acepta, ninguno de los dos recibe dinero.

Sin embargo, esto no es lo que muestran los resultados. El segundo participante acepta o rechaza el trato según qué tan justo perciba que es el mismo.

Por ejemplo, si el primero decide repartir el dinero en partes iguales, o sea 50 dólares para cada uno, es altamente probable que el segundo participante acepte el trato.

Sin embargo, cuando el primer participante decide quedarse con una parte significativa del dinero, el segundo participante percibe que el trato no es justo y prefiere no aceptar el trato, aunque esta decisión implique que él tampoco va a recibir dinero.

Esto comienza a suceder en promedio a partir de los 70-30. Es decir, en general, si el primer participante se queda con 70 dólares o más, el segundo participante probablemente decida no aceptar el trato. Esto lo hacen dado que perciben que el trato no es justo, y por ese motivo prefieren castigar al otro participante aunque ellos también se queden sin recibir ninguna recompensa.

Las implicancias de este estudio son muy interesantes a la hora de pensar en los sistemas de recompensas en las empresas. Si los empleados se comportan de la misma manera, su reacción frente a las recompensas no dependerá solamente de la recompensa en sí, sino también de la percepción de equidad de la misma.

Supongamos que un empleado recibe un aumento del 15%. Podríamos pensar que el mismo reaccionaría de manera positiva. Sin embargo, si tenemos en cuenta los resultados del estudio, podría hacerlo negativamente si percibe que el aumento no fue equitativo. En ese caso la reacción puede ser aún más negativa que si no hubiera recibido ningún aumento.

Esto puede aplicar también a otro tipo de recompensas no monetarias, por ejemplo, tareas, responsabilidades y otros beneficios. 

¿Te ocurrió esta situación alguna vez? ¿Cuál fue tu respuesta?

Saludos
Martin

3 sugerencias para ser más pro activo en la búsqueda laboral

Una limitación auto impuesta es creer que tenemos menos control sobre nuestros resultados de lo que en realidad tenemos. 

Buscar un trabajo es un ejemplo donde esta limitación puede presentarse.

En general cuando buscamos un trabajo, realizamos determinadas acciones, y esperamos los resultados. Y cuando los resultados no aparecen tendemos a desanimarnos y a culpar a las circunstancias externas, por ejemplo, a la economía, la situación del país, la falta de oportunidades de empleo, la mala suerte, etc.

Si bien es verdad que hay factores externos que pueden influir en nuestros resultados en un momento dado, tenemos mucho más control sobre estos resultados de lo que en realidad creemos.

Lo que sucede muchas veces es que no somos tan agresivos en la búsqueda laboral como podríamos serlo.

En otras notas hemos analizado los motivos por los cuales esto puede suceder. Hoy voy a darte tres sugerencias para que puedas ser más pro activo en tu búsqueda laboral y puedas aumentar tu probabilidad de lograrlo. No voy a hablar de detalles técnicos sino de cómo estar más orientado a la acción.

La acción es un paso muy importante para lograr lo que buscamos. Muchas personas tienen la ilusión de que alguien va a venir a ofrecerles una super oportunidad. Sin embargo, la probabilidad de que esto suceda es muy baja. Si queremos algo debemos salir a buscarlo. No hay otra opción.

Las sugerencias son las siguientes:

1. No planificar excesivamente. 

La mayoría de la gente que triunfa tiene poca tolerancia a la planificación excesiva. Prefieren pasar a la acción lo antes posible. Están desesperados por empezar.

Un buen ejemplo de esto es el de Otis Kriegel, hijo del famoso conferencista Bob Kriegel. Después de su primer año en la universidad, Otis volvió a su casa para pasar el verano con su novia. En ese momento, ambos empezaron a buscar trabajo.

Otis tomó el teléfono y empezó a llamar para ver quién podía necesitar a alguien, mientras que su novia se pasó la primera semana escribiendo y re escribiendo su currículum. Al final del segundo día, Otis ya tenía trabajo, mientras que su novia todavía estaba revisando su currículum. Otis se puso en acción. Pensó que si alguien le pedía su currículum lo haría en ese momento.

Un poco de planificación es positivo, pero algunas personas se pasan toda la vida planificando, o esperando el momento perfecto para hacer algo. Es muy difícil que aparezca el momento perfecto. Debemos ponernos en acción.

Cuando lo hacemos, aprendemos por experiencia propia cosas que no pueden aprenderse de otros o leyendo libros. Comenzamos a recibir opiniones y sugerencias para mejorar. Empezás a atraer personas que te dan apoyo y ánimo.

2. Realizar acciones fuera de la zona cómoda

Incluso cuando realizamos acciones, las realizamos dentro de lo que ya conocemos. Pocas veces nos animamos a salir de la zona cómoda.

Sin embargo, todo aquello que soñamos con tener está fuera de nuestra zona cómoda. Si no fuera así ya lo hubiéramos obtenido antes. Como dijo Albert Einstein, si queremos obtener resultados diferentes debemos hacer algo diferente a lo que hemos hecho hasta ahora.

¿Cómo aplica esto en la búsqueda laboral?

En general tendemos a hacer uso limitado de los recursos que tenemos. Por ejemplo, para buscar un trabajo quizás realizamos búsquedas en los portales más conocidos para buscar empleo, mandamos nuestro currículum a consultoras y mensajes a nuestros contactos en las redes sociales.

Sin embargo, ¿qué otras opciones existen que no consideraste?

Cuando planteo esto, la mayoría de las personas inmediatamente responden: "yo busqué por todos los lados posibles". Sin embargo, después de meditarlo un poco se dan cuenta que existen muchas opciones que no exploraron. Simplemente deben abrirse a nuevas opciones.

Creo que las opciones que más salen de nuestra zona cómoda son las que más debemos realizar, ya que independientemente del resultado vamos probablemente a obtener un resultado diferente al que obtuvimos anteriormente, además de tener retroalimentación sobre nuestra estrategia. En otras palabras, vamos a tener más información para saber qué cosas funcionan y qué cosas no funcionan.

Un ejemplo extremo de esto es el de Adam Pacitti, quién después de haber aplicado sin éxito a 250 posiciones, gastó sus últimas 500 libras en una pancarta en la vía pública donde manifestaba buscar trabajo.




Su aviso llegó a los diarios, revistas, radios y a la televisión, y gracias a esa gran difusión, Adam tuvo varias ofertas de empleo y hoy se encuentra trabajando.

Quizás no sea necesario hacer algo tan radical, pero cuanto más salgas de tu zona cómoda más efectivo vas a ser. 

3. No tener miedo al fracaso

Algunas personas no actúan porque tienen miedo a fracasar. Sin embargo, las personas que triunfan se dan cuenta que el fracaso es parte importante del proceso de aprendizaje. El fracaso no es más que parte del aprendizaje por ensayo y error. 

Debemos estar dispuestos a fracasar.

Otro punto importante es que no debemos darle demasiada importancia a una situación determinada, por ejemplo a que nos llamen de una determinada empresa, dado que esto puede generar mucha ansiedad y jugarnos en contra.

Por el contrario, resulta más positivo generar la mayor cantidad posible de oportunidades y saber que alguna de ellas va a concretarse.

Si hacemos 100 intentos y 99 fracasan es suficiente, porque de todas maneras habremos logrado nuestro objetivo. Pensar de esta manera es fundamental para no desanimarnos cuando las cosas parecen no avanzar. El problema no son los fracasos sino lo que nos decimos a nosotros mismos después de un supuesto fracaso. Debemos cambiar esta conversación interna.

Si querés leer más sobre cómo mantenerte perseverante frente a los obstáculos te recomiendo las siguientes notas: cómo manejar el rechazo, ejemplos famosos de rechazos y una historia sobre la perseverancia

Una vez que hayas leído la nota te recomiendo hacer una lista de acciones a realizar, y que las realices dentro de las próximas 24 horas.

Saludos
Martin





El poder de la visualización (parte 2)


En una nota anterior hablamos del poder de la visualización. Si no leíste nuestra primera nota podés verla aquí.

Hoy me gustaría hablar sobre cómo podemos aplicar esta técnica de manera efectiva. Para que nuestro cerebro no distinga entre una experiencia real y otra imaginada en nuestra mente debemos ensayar nuestra capacidad de mantener el foco y la atención. La imagen en nuestro cerebro debe ser tan vívida como si esta fuera una experiencia real.

Para que puedas visualizar de manera efectiva quiero darte algunas sugerencias:

Sugerencia 1: Hacerlo idealmente al levantarte o antes de acostarte. 

La razón para hacer esto es que el cerebro se encuentra más receptivo. A estas horas te va a ser más fácil concentrarte y por lo tanto, vas a tener menos distracciones.

Sugerencia 2: Dedicar unos minutos a relajarte antes de visualizar. 

Si estás pensando en las cosas que vas a hacer al otro día o en qué vas a cocinar para la cena difícilmente tu visualización vaya a ser muy efectiva.

Mantener la concentración es importante. El estado de concentración aumenta el poder de la visualización, pero para eso vas a tener que estar relajado para poder evitar las distracciones.

Te sugiero comenzar con unos minutos escuchando una pieza de música que te relaje y te ayude a entrar en estado de concentración, para poder pensar solamente en aquello que vayas a visualizar, sin distracciones.

Sugerencia 3: Utilizar todos los sentidos. 

Por más que use la palabra "visualización" para describir esta experiencia, te recomiendo usar todos los sentidos para que la imagen que tengas en tu mente sea lo más real posible: te recomiendo ver la imagen, pero también escuchar sonidos, experimentar sensaciones, olores y gustos. Cuanto más uses tus sentidos, más vas a ayudar a tu cerebro a vivir una experiencia real. El cerebro no distingue entre lo real y lo imaginado pero para eso la experiencia en tu mente debe ser tan vívida como si la vivieras con tu cuerpo físico, con todos tus sentidos.

Algunas personas son mas visuales, otras más auditivas y otras más kinestésicas u orientadas a sensaciones. Estas últimas perciben más con las sensaciones, con el tacto, el olfato y el gusto. Según cuales sean tus sentidos predominantes, te va a ser más fácil usar un sentido que los otros.

Independientemente de tu sentido predominante te recomiendo usar la mayor cantidad de sentidos posibles. Si por ejemplo, querés visualizar que llevás adelante de manera exitosa una reunión con tu equipo de trabajo, podes verte en una sala de reuniones con tu equipo, escuchar las conversaciones de las personas en la reunión, sentir tu cuerpo mientras camina por la sala, oler tu perfume, y quizás hasta saborear en gusto de un café que estás tomando. Cuanto más sentidos utilices mas real va a ser la experiencia.

Sugerencia 4: Experimentar emociones positivas. 

Las emociones juegan un rol importante en la visualización. Las emociones ayudan a guardar las experiencias en la memoria a largo plazo. Si experimentás emociones positivas mientras visualizás, tu cerebro va a asociar placer con la experiencia, y la va a recordar como un momento positivo.

Esto te va a ayudar en el futuro a percibir aquellos eventos que estén relacionados con esa experiencia. En otras palabras, vas a atraer lo que visualices.

En el ejemplo que puse de la reunión, tomate un tiempo para generar un momento ameno, divertido. Imaginá las sonrisas en los demás, el entusiasmo y la pasión en vos y en las otras personas. Imaginá que la reunión termina con éxito y que después salen a festejar.

Si te cuesta crear emociones positivas, esto es algo que también podés aprender. Un ejercicio que podes hacer es recordar por unos minutos un momento en el que hayas sentido la emoción que ahora querés sentir. Si por ejemplo querés sentir pasión, podes visualizar un momento en tu vida en el cual hayas sentido mucha pasión. Tomate cinco minutos para recordar ese momento y visualizarlo. Una vez que logres sentirte con pasión volvé a la imagen original conservando la emoción que generaste. Con un poco de práctica vas a ver que podes hacerlo.

Sugerencia 5: Usar la asociación y la disociación

La asociación y disociación son conceptos de la Programación Neuro Lingüística (o PNL) que aplican a la visualización. Existen dos maneras de visualizarte a vos mismo: asociado o disociado.

Visualizarse disociado significa verte desde afuera como si te vieras en una pantalla. Al estar disociado podes verte a vos mismo como si fueras un espectador en una película donde vos también sos un actor.

Visualizarte asociado significa que te ves a través de tus propios ojos, siendo parte de la escena e interactuando en ella.

Al visualizar experiencias positivas te recomiendo usar la asociación, o sea visualizarte como el participante de la escena. Esta es la manera más similar a lo que ocurre en la realidad, si estuvieras vivenciando la experiencia con tus propios ojos desde tu propio cuerpo.

Como ya dije, te recomiendo practicarlo todos los días. Cuanto más lo hagas más vas a dominar esta poderosa técnica.

Saludos
Martín

El poder de la visualización (parte 1)

Como se muestra en el siguiente video, se han realizado estudios que demuestran que el cerebro no distingue entre lo que vemos con nuestros ojos y lo que imaginamos en nuestra mente:


Para nuestro cerebro, un pensamiento puede ser tan real como una imagen que vemos con nuestros ojos. Este conocimiento puede ser muy poderoso.

Según Joe Dispenza, quien habla en el video, podemos aplicar la técnica del "ensayo mental", o también llamada visualización, cuando queremos familiarizarnos con una nueva experiencia que por no ser familiar puede causarnos miedo u otras emociones negativas.

Ensayar mentalmente la experiencia significa imaginarla en nuestra mente, y equivale a realizarla con nuestro cuerpo físico, ya que para el cerebro no hay diferencia entre una y otra.


Supongamos que la experiencia con la que querés familiarizarte es hablar en publico. Asumamos que nunca antes hablaste en público y siempre tuviste miedo de hacerlo.

Para esto podés ensayar en tu mente que das una conferencia frente a un público numeroso. Con esto tu mente va a familiarizarse con la experiencia, y cuando realmente lo hagas vas a sentir como si ya lo hubieras hecho antes.

Para que la experiencia sea más vívida, debe ensayarse con una imagen lo más real posible, y usando la mayor cantidad posible de sentidos.

Por ejemplo, podemos imaginar la sala donde vamos a hablar, pero también escuchar los sonidos del público e imaginar los aromas del salón.

Si nos tomamos unos minutos para hacerlo, y logramos concentrarnos en esa experiencia, se van a activar los mismos circuitos cerebrales que se activarían si estuviéramos realmente hablando en publico. Esto nos va a permitir vivir la experiencia en nuestra mente antes de que ocurra en el mundo externo.

Esto nos va a ayudar a sentirnos más cómodos, disminuir los miedos, y tener más confianza en que podemos hacerlo de manera exitosa.


Por otro lado, según Jack Canfield, la visualización es una gran ayuda para lograr tus objetivos dado que:

1. La visualización activa los poderes creativos del subconsciente
2. La visualización concentra la actividad del cerebro programando el sistema de activación reticular (SAR) para localizar los recursos disponibles que siempre han estado frente a vos pero no los percibías
3. La visualización hace que atraigas a las personas, los recursos y las oportunidades que necesitás para lograr tu meta.

La visualización también es aplicable en el proceso de aprender algo nuevo. Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard descubrió que los estudiantes que visualizaban previamente las tareas las realizaban después con una precisión próxima al 100%, mientras que los estudiantes que no las visualizaban conseguían una precisión cercana al 55%.

Este principio aplica también en los deportes. Según el libro Los Principios del Éxito, Jack Nicklaus, un legendario golfista con más de 100 triunfos en competiciones y unas ganancias superiores a 5,7 millones de dólares en premios, dijo una vez: "Nunca he dado un golpe, ni siquiera para practicar, sin tener una imagen muy clara de un resultado claro y definido en mi cabeza. Es como una película en color. Primero veo donde quiero que acabe la bola, blanca y perfectamente definida sobre el verde de la hierba. Luego la escena cambia rápidamente y veo la bola yendo hacia allí: su desplazamiento, la trayectoria y la forma, incluso su comportamiento al tocar el suelo. Luego la imagen se funde y en la siguiente escena aparezco yo haciendo el swing necesario para convertir en realidad las imágenes que acabo de ver".

Te propongo entonces que hagas el siguiente ejercicio: Que dediques un momento cada día para visualizar el logro de tus objetivos, como si hoy en día ya los hubieras alcanzado. Esto va a preparar a tu mente para esperar este resultado, y va a poner a trabajar a tu cerebro en buscar maneras de conseguirlos.

También, cada vez que realices una nueva actividad te recomiendo dedicar previamente unos minutos a visualizar dicha actividad en tu mente, y de esta manera aumentar la precisión de la misma cuando realmente lo hagas.

Saludos
Martin

4 etapas y 2 sugerencias para adquirir una nueva habilidad


Aprender nuevas habilidades lleva tiempo y esfuerzo, pero es algo que vale la pena si aquello que queremos aprender nos ayuda a avanzar hacia nuestro propósito y a lograr nuestros objetivos.

Hoy quiero presentarte un modelo de aprendizaje que explica cómo se adquieren las habilidades y cuando podemos considerar que aprendimos algo. 

Se trata de un modelo de 4 etapas. Resulta fundamental transitar estas cuatro etapas para aprender algo, especialmente cuando se trata de aquellas habilidades que requieren incorporar nuevos hábitos.

Para explicarlo voy a comenzar usando un ejemplo. Supongamos que tu habilidad a aprender es a manejar un automóvil. 

Las etapas para el aprendizaje son las siguientes:

Paso 1: Incompetencia inconsciente

Estamos en la etapa de incompetencia inconsciente cuando no tenemos una habilidad determinada y ni siquiera somos conscientes de que no tenemos esa habilidad. En el caso de manejar un auto, si nunca en nuestra vida intentamos siquiera manejar un automóvil somos incompetentes inconscientes en esta habilidad. No sabemos manejar el auto y no sabemos que no sabemos hacerlo.

Paso 2: Incompetencia consciente

Siguiendo con el ejemplo, una vez que subimos al auto, probamos manejar y nos damos cuenta que no sabemos hacerlo, pasamos a la incompetencia consciente. No sabemos manejar pero ahora somos conscientes de que no sabemos. Ahora estamos en una posición mucho más favorable que la anterior dado que ahora podemos considerar aprender. Antes ni siquiera se nos pasaba por la cabeza.

Paso 3: Competencia consciente

Una vez que tomamos algunas clases de manejo, y logramos manejar estamos en la competencia consciente. Ya aprendimos las lecciones necesarias y podemos manejar un auto. Eso si, como es un conocimiento adquirido recientemente, nos cuesta mucho hacerlo. Podemos manejar pero debemos enfocar toda nuestra atención para poder hacerlo de manera correcta. Manejar el auto nos consume mucha energía porque tenemos que mantener casi todo el tiempo nuestra mente en eso. Cualquier distracción puede hacer que cometamos un error.

Paso 4: Competencia inconsciente

Una vez que practicamos y practicamos pasamos a la competencia inconsciente. En esta etapa adquirimos la habilidad de manejar a otro nivel. Ya no necesitamos pensar para poder manejar. Es algo que nos sale automáticamente. Podemos manejar con una sola mano, hasta escuchando música, hablando por teléfono y conversando con alguien que viaje con nosotros. Este es el momento cuando podemos considerar que hemos aprendido. Este es el objetivo a lograr al aprender cualquier habilidad.

Ahora que te presenté este modelo quiero reflexionar sobre dos puntos:

1. No sabemos lo que no sabemos. Como ya dije, cuando estamos en la incompetencia inconsciente, no sólo que no sabemos sino que no sabemos que no sabemos. ¿Cómo podemos entonces aprender algo nuevo si ni siquiera somos conscientes de que necesitamos aprenderlo?

Una herramienta importante es el feedback personal. Si pedimos feedback (o también llamada retroalimentación) a otras personas, podemos tener otra perspectiva sobre qué necesitamos aprender.

Al preguntar a otros podemos tener una perspectiva más clara de aquellos aspectos que necesitamos mejorar. Estos aspectos pueden no ser claros para nosotros ya que estamos enceguecidos por la incompetencia inconsciente.

Si no sabés cómo pedir feedback a otros podés leer la siguiente nota

Otra manera de salir de la incompetencia inconsciente es estar abierto a aprender cosas nuevas, cosas fuera de lo tradicional. Si aprendemos algo poco común para nosotros, vamos a abrirnos a nuevas experiencias y ampliar nuestra zona de conocimiento.

2. No aprendemos algo hasta que lo convertimos en un hábito. Muchas personas consideran que aprendemos algo cuando estamos en el paso 3. Sin embargo esto no es suficiente. Es necesario practicarlo hasta que se convierta en un hábito y lleguemos al paso 4.

Supongamos que cuando pediste feedback varias personas te dijeron que uno de tus defectos es que te cuesta contradecir a los demás.

Luego de pensarlo tranquilamente te diste cuenta que te cuesta mucho confrontar y decidiste aprender esta habilidad dado que te está limitando en tu crecimiento profesional. Para aprenderla decidiste tomar un curso de confrontación, así como también observar a otras personas que tienen adquirida esta habilidad.

Una vez que hayas aprendido a confrontar va a ser necesario practicarlo una y otra vez hasta que se convierta en un hábito. Es probable que en el proceso te equivoques y por momentos sigas evitando la confrontación.

Es necesario perseverar y seguir adelante aplicando los conocimientos aprendidos hasta que puedas realizar la tarea de manera automática, sin esfuerzo. Adquirir un nuevo hábito suele llevar entre 30 y 90 días de aplicación, dependiendo de la habilidad que se trate. Durante ese tiempo vas a tener que estar dispuesto a equivocarte.

Si te enfocás en estos principios de manera contínua vas a tener la posibilidad de mejorar permanentemente. Cuando esto ocurre tus resultados también van a mejorar.

Saludos
Martin

Como dijo Eric Hoffer: "en tiempos de cambio quienes aprenden heredarán la tierra".