6 sugerencias para aumentar la productividad


Un gran problema de muchas personas es la falta de tiempo. Con las exigencias laborales y personales de hoy en día a muchas personas les resulta difícil tener tiempo libre para realizar las actividades que desean.

Por ese motivo resulta fundamental aprender a ser más productivo, es decir hacer más en menos tiempo.

Hoy quiero darte algunas sugerencias para que puedas aumentar la productividad en tu trabajo. Las mismas aplican a la mayoría de los puestos de trabajo de oficina, aunque según de qué puesto se trate puede ser necesario que te vuelvas creativo para hacerle los ajustes necesarios.

También es importante tener en cuenta que estos cambios pueden requerir que salgas de tu zona cómoda. Es probable que te hayas acostumbrado a trabajar de determinada manera. Vas a tener que darte tiempo para aplicar estos cambios poco a poco hasta que puedas incorporarlos como hábitos. Te aconsejo que no los rechaces si te resultan difíciles de aplicar. Con perseverancia y voluntad vas a poder aplicarlos gradualmente.

Las sugerencias son las siguientes: 

1. Tener claro a qué vas a dedicar el tiempo extra

El primer paso es motivarte a ser más productivo y para eso es necesario tener un propósito. ¿Cuál es el verdadero motivo que te hace buscar ser más productivo? ¿Qué harías si tuvieras más tiempo? ¿Cuanto tiempo extra necesitás exactamente?

Como ya hemos visto reiteradas veces, los objetivos que fijamos deben ser específicos. Debemos saber exactamente cuando los hemos logrado. Además, dichas metas deben motivarnos. Si no estamos motivados no vamos a hacer mucho para lograrlos. Establecer un propósito para ser más productivo te va a ayudar a lograrlo más fácilmente.

Tener dicho propósito en mente te va a mantener enfocado en ser productivo y en evitar las distracciones y la inacción producida por la desmotivación y la pereza.

Algunos propósitos posibles podrían ser: "quiero tener tiempo para comenzar mi propio emprendimiento", "quiero pasar más tiempo con mi familia", "quiero tener tiempo para volver a la universidad y hacer un posgrado", "quiero ser más productivo en mi trabajo para poder irme en hora en vez de quedarme hasta tarde", "quiero dar un esfuerzo adicional para aplicar a un ascenso", "quiero tener más tiempo para hacer ejercicio", etc.


Una vez que definas qué harás con el tiempo extra estás en condiciones de pasar a la siguiente sugerencia.

2. Trabajar en intervalos de alta concentración

Según Eben Pagan, gurú en el mundo de los negocios y autor del programa de productividad llamado "Wake up prductive" (despiertate productivo), para ser más productivo debemos trabajar en intervalos de alta concentración.

Según este autor, nuestro cerebro es más productivo si alternamos períodos de alta concentración con períodos breves de descanso. Este método aprovecha los ciclos de renovación de energía del cerebro y el cuerpo.

Lo que Eben sugiere es dividir nuestras horas de trabajo en bloques de dos horas y media de duración. Estos bloques a su vez se dividen en otros sub bloques como se indica a continuación:

50 minutos de trabajo de alta concentración en una tarea
10 minutos de breve descanso
50 minutos de trabajo de alta concentración en una tarea
10 minutos de breve descanso
30 minutos de descanso

Esta modalidad de trabajo permite que nos enfoquemos en una tarea determinada por 50 minutos. Luego de eso tomamos un breve descanso que nos permite descansar la mente, para luego repetir el proceso.

Antes de comenzar cada período de trabajo de 50 minutos es útil establecer un objetivo a lograr en ese tiempo. Por ejemplo, nuestro objetivo podría ser escribir una propuesta a un cliente, o preparar la presentación para el equipo de ventas. Si el tiempo de la tarea es mayor a 50 minutos podemos continuarlo en el bloque siguiente. Si terminamos la tarea en menos de 50 minutos podemos establecer otro objetivo. Una vez mas, tener un objetivo nos permite estar más enfocados en lograrlo.

Es importante trabajar en estos 50 minutos con el foco absoluto en el objetivo que nos hayamos planteado previamente sin interrupciones. Para esto va a ayudarte nuestra próxima sugerencia.

Además, en los momentos de descanso es importante hacer una pausa. No resulta productivo si nos quedamos realizando la misma tarea. Incluso en momentos de urgencia, por más que parezca que tomar una pausa puede hacernos perder tiempo, vamos a compensarlo dado que nuestro cerebro va a estar más descansado.

Durante los descansos de 30 minutos te sugiero levantarte de tu silla y hacer algo que te haga olvidar del trabajo.

3. Disminuir las interrupciones

Según Tim Ferris, autor del libro La semana laborar de 4 horas, las interrupciones disminuyen la productividad. Muchas empresas valoran el hacer varias tareas al mismo tiempo (multitasking). Sin embargo, según este autor, el multitasking es un mito dado que nos vuelve más improductivos dado que el hacer varias tareas a la vez implica tener más interrupciones.

Cuando nuestro cerebro está concentrado, enfocado en una tarea, podemos ser mucho más productivos. Sin embargo, si nos interrumpen en un momento de alta concentración podemos perder mucho tiempo. No solo perdemos el tiempo en que nos distraemos con otra tarea, sino el tiempo que nos lleva volver a concentrarnos en lo que estábamos haciendo originalmente. Esto puede tomar hasta media hora.

Para esto resulta fundamental evitar las interrupciones lo más posible.

¿Cómo podemos evitar las interrupciones cuando cada día parece haber más cosas urgentes que no pueden esperar?

Como primer paso recomiendo registrar durante una semana las interrupciones que tenemos. Podemos usar un cuaderno y tomar nota de qué tipo de interrupciones tenemos y cuanto tiempo duran. Esto nos ayuda a cuantificar dichas interrupciones y saber qué tanto tiempo nos están quitando.

Una vez que somos conscientes de esto podemos buscar una manera de minimizar estas interrupciones. Por ejemplo, si trabajo con proveedores y me interrumpen con llamadas puedo planear una ventana de tiempo más reducida en la cual voy a recibir llamadas de proveedores. En vez de recibir llamadas todo el día puedo hacerlo de 2 a 5 de la tarde. Esto me permite enfocarme en esto durante menos tiempo y asegurarme que en el resto del día voy a tener menos interrupciones. En este caso es recomendable comunicar el cambio claramente a los proveedores y con la anticipación necesaria. 

Otra opción sería pedir a los proveedores que se comuniquen por correo electrónico o a través de un formulario de reclamos y comunicarles que vas a estar respondiendo a dichos reclamos en un horario pre establecido. Esta opción es aún más productiva dado que elimina totalmente las interrupciones. Los reclamos van a llegar por email o por un formulario y los vas a poder resolver todos juntos.

Las interrupciones pueden surgir también de tu propia mente, cuando te acuerdes de algo urgente que tendrías que haber hecho y no hiciste. Cuando esto pasa es muy tentador querer dejar de lado la tarea actual y pasar a la otra más urgente.

Si bien eso puede ser lo más obvio, te sugiero no interrumpir tu tarea a menos que sea una verdadera urgencia. En vez de interrumpir tu tarea podés tomar nota de la misma y ponerla en la lista de pendientes.

Aquí es donde más tenés que salir de tu zona cómoda. Si trabajás con otras personas, cada una de ellas va a manifestar que su pedido es urgente. Sin embargo, muchas veces esto no es así. Es importante que puedas ver la urgencia de la tareas de manera objetiva, y te permitas trabajarlas de manera acorde.

4. Agrupar las tareas en lotes

Esta sugerencia se relaciona con las economías de escala. En microeconomía, las economías de escala refieren al hecho de que los costos medios de una unidad de producción disminuyen a medida que el volumen de producción aumenta.

Este principio aplica a muchas tareas cotidianas. Se basa en que al realizar una tarea de manera repetitiva los tiempos de preparación de la tarea disminuyen, además de que la velocidad en la que realizamos la tarea misma aumenta también.

Por ejemplo, supongamos que tenés que pagar diez facturas a través del portal de tu banco que te permite hacer pagos online. Seguramente sería mucho más rápido juntar todas las facturas y pagarlas todas que pagar una factura por día.

¿Por que ocurre esto?

Pagar una factura requiere cierto tiempo de preparación. En este caso la preparación podría ser ingresar a la página web del banco. Si pagamos todas las facturas juntas esto lo haríamos una sola vez. Además, una vez que pagamos una factura, la siguiente podemos pagarla de manera más rápida ya que cuando más pagos realizamos más ágiles nos volvemos en usar dicha herramienta de pago.

Con esto en mente podrías pensar en todas las tareas cotidianas que podrías agrupar en lotes, y así ahorrar tiempo.

Algunos ejemplos podrían ser: hacer o recibir llamadas, enviar o recibir emails,  atender pedidos en persona, instalar programas, imprimir documentos, etc.

Dicho esto, te recomiendo hacer una lista de todas las tareas que podrías agrupar en lote y luego pensar en un intervalo de tiempo para realizar cada una de estas tareas.

Es importante que comuniques este cambio de rutina a otras personas con quien trabajes.

Por ejemplo, si sos de esas personas que leen el correo electrónico continuamente es posible que al principio te cueste hacerlo de manera menos frecuente. Quizás pienses que puede llegarte un problema urgente y que por eso debés estar pendiente del correo electrónico. Si bien esto es posible, la verdad es que no ocurre tanto como creemos.

La mejor manera de implementar esto es de manera gradual. Podrías por ejemplo leer el correo electrónico cada una hora y evaluar los resultados. Una vez que te sientas cómodo con esta frecuencia, podés hacerlo cada dos horas y así sucesivamente. Si trabajás en un puesto muy crítico podrías dejar el teléfono como alternativa en caso de que ocurra una emergencia.

5. Comenzar el día con una tarea de alta complejidad


La mayoría de las personas comienza el día con tareas de baja complejidad. Es común que las personas lleguen a su trabajo, tomen un café, conversen un poco con sus compañeros, luego lean el correo electrónico, respondan algunos de ellos, y recién después de todo esto comiencen con una tarea más compleja.

El problema de esto es que en general la mañana es nuestro momento de más alta productividad (en la mayoría de los casos aunque no en todos), porque estamos descansados.

Tim Ferris sugiere comenzar el día con la tarea de más alta complejidad. Con esto estamos usando mas energía mental al comienzo del día, y esto nos deja las tareas más fáciles para cuando comenzamos a estar más cansados.

Leer el email es una tarea que no requiere mucha energía. Por lo tanto puede postergarse para más adelante.

Si te resulta muy difícil no leer el correo al comenzar el día, te aconsejo que lo hagas rápidamente buscando mensajes urgentes cuya atención no pueda ser postergada. Una vez atendidos los pedidos urgentes te sugiero dejar los mensajes no urgentes para más tarde, en un momento que tu mente esté más cansada y debas realizar una tarea sencilla.

6. Delegar, eliminar y decir no

Muchas veces caemos en el hábito de trabajar por trabajar. Tenemos tareas que realizamos regularmente pero que ya están obsoletas o son de baja prioridad. Estas tareas deben eliminarse.

Te aconsejo que cada tanto hagas un análisis de todas las tareas en las cuales estás trabajando, y elimines aquellas que no son de alta prioridad o que puedan dejarse de lado.

También ocurre que a veces queremos hacer todo el trabajo nosotros cuando hay muchas tareas que pueden delegarse a otras personas del equipo. Delegar nos ahorra mucho tiempo y puede motivar a otra persona que desea hacer dicha tarea y hasta ahora no ha tenido la oportunidad.

Finalmente, no tenemos por qué hacer todo lo que nos piden. Si no tenemos tiempo para hacer algo o no nos corresponde hacerlo simplemente podemos decir no. Saber decir que no es parte de valorarnos a nosotros mismos y a nuestro tiempo.

Como dije anteriormente, implementar estas sugerencias puede no ser fácil, más aún en algunos puestos donde la interrupción es casi permanente. De todas maneras siempre es posible mejorar. Cuanto más lo apliques más productivo vas a ser. Te deseo mucho éxito!

Saludos
Martin


6 sugerencias para escribir un correo electrónico eficaz

email
En una nota anterior hablamos sobre la importancia del correo electrónico como medio de comunicación. Hoy quiero darte algunas sugerencias para que puedas escribir un correo electrónico o email efectivo:

1. Pensar si el correo electrónico es el medio de comunicación correcto
Muchas veces cuando tenemos que comunicar algo escribimos un correo electrónico sin considerar previamente si es el email la herramienta correcta para hacerlo. Esto puede ocurrir por costumbre. Sin embargo, no siempre un correo electrónico es el medio más efectivo para comunicar algo.Como vimos en este ejemplo, el email puede ser muy poco adecuado en algunos casos. 
El correo electrónico puede ser una buena opción si es importante que mi mensaje quede documentado. También puedo enviar un email si quiero hacer un pedido no urgente a alguien que no está disponible en este momento, pero sé que más tarde va a recibirlo. Esto me permite enviar el pedido y luego olvidarme del mismo. El email puede ser también una buena opción si tengo que comunicar un mismo mensaje a diferentes personas.
Sin embargo, en caso de emergencias puede no ser el mejor medio de comunicación. Si bien hoy en día muchas personas leen el mail cada vez de manera más frecuente, nada nos garantiza que el mensaje vaya a ser leído inmediatamente. Además, la emergencia puede generar una reacción emocional, que puede manejarse de una manera más efectiva si usamos el teléfono o una reunión cara a cara. 
En caso de dar una mala noticia o feedback negativo, el email tampoco suele ser una buena alternativa. En estos casos resulta más conveniente tener una reunión en persona.
Lo mismo ocurre si mi comunicación puede dar lugar a muchas preguntas, a discusión o a debate. En ese caso, un email puede desencadenar muchas respuestas y dar lugar a confusión y malentendidos. En estos casos es mejor usar el teléfono o una reunión personal.
Muchas veces, quizás por comodidad o por evitar la confrontación, enviamos emails en situaciones en las cuales no deberíamos hacerlo. Por ejemplo, un gerente podría enviar el resultado negativo de una evaluación de desempeño por email por miedo a que su colaborador reaccione de mala manera si se la entrega en persona. Sin embargo, por más que no tenga que enfrentarlo cara a cara, los efectos se van a presentar de todas maneras, y pueden ser peores que si la situación se encara personalmente.

2. Tener claro el propósito del email
En muchas ocasiones comenzamos a escribir sin antes ordenar en nuestra mente las ideas que queremos comunicar. El resultado es un email incompleto, redundante o confuso. Para evitar esto, antes de escribir el correo ayuda preguntarnos cuál es el propósito del mismo. El propósito de un email podría ser por ejemplo: informar, influenciar o hacer una pregunta.
Con este propósito en mente va a ser más fácil redactar el mensaje. Si existe más de un propósito debemos considerar escribir más de un correo. Por ejemplo, si queremos escribirle a una misma persona para informarla de una noticia, y también para hacerle una pregunta, es común incluir todo en un mismo mensaje.
Este método en apariencia parecería ser más efectivo. Sin embargo, puede generar respuestas incompletas. Es posible que el destinatario lea la información pero olvide contestar las preguntas. La solución a esto es que en lo posible cada correo electrónico tenga un solo propósito.

3. Tener claro quiénes son los destinatarios
Antes de redactar el mensaje es importante tener claro los destinatarios del correo. Esto implica además de hacer la lista, tener claro quienes estarán en el “para:” y quienes en el “cc:” (carbon copy). 
Luego de hacer la lista de destinatarios resulta útil preguntarse si todos deben recibir la misma información. Si esto no es así consideremos escribir más de un mensaje. Un ejemplo clásico es cuando quiero mandar un estado del proyecto a mi jefe, pero quiero incluir a mi compañero en el mensaje y darle cierta información adicional. Es probable que mi jefe no necesite tanto nivel de detalle como mi compañero, a quién voy a dar detalles más técnicos. En este caso debemos evaluar la posibilidad de escribir dos mensajes diferentes.
También debemos preguntarnos si todos los destinatarios manejan el mismo lenguaje. Si esto no es así debo considerar enviar más de un correo. Este error es muy común en profesionales de tecnología, quienes suelen asumir incorrectamente que el resto de las personas entienden su lenguaje técnico y les interesa recibir tanta información.

4. Escribir un asunto que resuma el contenido del mensaje
El asunto del mensaje es una parte importante del mismo, y muchas veces este suele escribirse sin considerar el propósito del email. El asunto del mensaje es como el título de una nota en un periódico. Es lo que lo hace más o menos interesante de ser leído. Un asunto interesante puede hacer la diferencia en que un email sea leído inmediatamente, leído al otro día o no leído en absoluto.
Además de llamar la atención, el asunto permite buscar el mensaje más fácilmente en el futuro. Eso permite tanto al emisor como al receptor acceder a esta información mediante una búsqueda en caso de ser necesario. 
El asunto debe ser descriptivo, específico, claro y conciso. Veamos algunos ejemplos.
Ejemplo no descriptivo/descriptivo:
  • No descriptivo: Presupuesto
  • Descriptivo: El presupuesto de marketing aumentó un 10%
Ejemplo vago/específico:
  • Vago: Reporte
  • Específico: Reporte de costos del proyecto Robotix
Ejemplo confuso/claro:
  • Confuso: Este msg incluye los detalles de un plan de mkt
  • Claro y conciso: Detalles del nuevo plan de marketing
También debemos considerar que muchas veces cuando respondemos a emails no revisamos el asunto. Está bien que dicho asunto no tenga cambios si los nuevos emails se refieren al mismo propósito original. Sin embargo, si el tema que se está tratando cambia resulta útil redactar un correo desde cero con un nuevo asunto.

5. Adjuntar archivos
Es común olvidarse de los archivos adjuntos. Para evitar esto, conviene adjuntarlos antes de redactar el mensaje.
Debemos también verificar el tamaño de archivo adjunto. Si bien las plataformas de correo electrónico hoy en día permiten adjuntar archivos de tamaño considerable, el incluir archivos muy grandes puede generar problemas para descargar dichos archivos.

6. Escribir un mensaje concreto
Una vez que hayamos tenido en cuenta las sugerencias anteriores, ya podemos escribir el mensaje. El mismo debe ser claro y conciso, teniendo en cuenta el propósito definido anteriormente.
El mensaje debería contener tres partes:
  • Introducción: Setear el contexto, presentarme
  • Cuerpo: Qué necesito exactamente (una expresión del propósito)
  • Conclusión: Qué respuesta espero, agradecimiento y saludo
Una vez terminado el correo, revisar la redacción del mensaje, y verificar una vez más los destinatarios, el asunto y los archivos adjuntos. Luego de esto el email estará listo para ser enviado.
Saludos
Martin

La importancia del correo electrónico como medio de comunicación

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Ya sea en la búsqueda de empleo o en un puesto de trabajo, cada correo electrónico (email) que enviamos influye en la imagen profesional que comunicamos. Un correo electrónico mal escrito puede generar malentendidos, haciéndonos perder oportunidades, tiempo, energía y dinero. Por otro lado, un correo electrónico escrito correctamente va a mejorar nuestra imagen, ahorrarnos tiempo y contribuir con el logro de nuestros objetivos laborales.
Para citar un ejemplo, en 2001, Neal Patterson, CEO de Cerner Corporation en Kansas City, Estados Unidos, envió furioso un email a 400 gerentes, reprendiéndolos por no lograr que sus empleados trabajen más de 40 horas semanales:
"El estacionamiento está casi vacío a las 8AM, al igual que a las 5PM. Como gerentes, o bien no saben lo que sus empleados hacen o no les importa. Tienen un problema y si no lo arreglan voy a tener que reemplazarlos. ¡Nunca en mi carrera permití a un equipo trabajar 40 horas semanales!"
Luego de que el contenido de este correo electrónico fue publicado en Yahoo, las acciones de Cerner bajaron un 22%.
Un trabajador promedio recibe entre 60 y 200 emails por día, y envía más de 25. Podemos decir que gran parte de la comunicación en una empresa se realiza a través del correo electrónico. Por lo tanto, el uso que le demos al correo electrónico puede estar afectando nuestro desempeño.
¿Qué tanta atención le prestás a la redacción de un correo electrónico? ¿Sabés como escribir un email efectivo? En nuestra próxima nota te voy a dar algunas sugerencias que van a ayudarte.
Saludos
Martin

Te presento nuestro nuevo sitio web

Hola,

Quiero invitarte a conocer nuestro nuevo sitio: www.integramasmas.com

En este enlace podrás encontrar todos nuestros productos y servicios en un solo lugar. También podrás ver las notas de este blog, el cual seguiremos actualizando.

¡Muchas gracias por acompañarnos en nuestro crecimiento!

Saludos
Martín