¿Cuáles de tus problemas son reales y cuáles son problemas seguros?

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Por momentos en la vida surgen desafíos donde no encontramos una solución inmediata. A estos desafíos solemos llamarle problemas. Los problemas en sí tienen una función muy positiva: nos permiten crecer, aprender, y expandirnos más allá de nuestra zona de comodidad. Una vez que solucionamos un problema en general tenemos más recursos para los desafíos que surjan en el futuro. Ver el problema de esta manera nos ayuda a tener mejor pre disposición para manejarlo.
Sin embargo, muchas veces ocurre que no todos los problemas son problemas reales. Muchos de los supuestos problemas son en realidad problemas seguros, que nos distraen de enfrentar el verdadero problema que no nos animamos a enfrentar. El crear un problema seguro nos mantiene ocupados y con esto nos aseguramos de mantenernos en nuestra zona cómoda.
La razón por la cual podemos crear estos problemas seguros es el miedo, miedo a las consecuencias de tener que enfrentar el verdadero desafío que la vida nos plantea. Lo que muchas veces no vemos es que a veces el problema seguro nos termina generando más perjuicios que enfrentar el problema real. Veamos algunos ejemplos de problemas seguros y de problemas reales:

Problemas seguros 

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Los problemas seguros son problemas que nos convencemos que tenemos, pero en realidad se encuentran bajo nuestro control. Algunos ejemplos de problemas seguros son:

  • Evitar tomar decisiones importantes o postergar
  • Culpar a otros por problemas que en realidad son nuestra responsabilidad
  • Quejarse de una situación que no estamos dispuestos a cambiar
  • Tener dudas e indecisiones respecto a qué hacer respecto a una situación
  • Sentir emociones negativas que se mantienen en el largo plazo, por ejemplo ansiedad o tristeza
  • Cerrarse emocionalmente frente a una relación. Distanciarse.

Estos problemas son problemas seguros porque nos protegen de tener que enfrentar un problema real. Veamos ahora los problemas reales.

Problemas reales

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Ejemplos de problemas reales son:

  • Hacer un gran cambio en nuestra carrera laboral, por ejemplo pasar de trabajar en relación de dependencia a tener mi una empresa propia
  • Comprometerse en una relación de pareja o tomar la decisión de terminar una relación de pareja
  • Comenzar una familia
  • Mudarse (por ejemplo pasar de vivir con la familia a mudarse solo)
  • Confrontar una situación que no nos agrada
  • Pedir ayuda a alguien

Los problemas reales involucran una decisión riesgosa, que en general es necesaria para crecer y avanzar hacia una nueva etapa en nuestra vida. En general tenemos miedo de enfrentar los problemas reales dado que existe la posibilidad de fracasar. Por esta razón muchas personas prefieren crear problemas seguros para evitar enfrentar el problema real. Cuando la vida nos presenta un desafío que involucra una decisión que puede ser riesgosa podemos desarrollar un problema seguro que nos distrae de tomar dicha decisión.
Cuando ocurre esto, muchas veces pasa que son los problemas seguros, como por ejemplo el estrés o la adicción a la comida o a las drogas, los que nos terminan causando el mayor estrés, y nos hacen daño a nuestro cuerpo y a nuestras relaciones. La solución es darnos cuenta de esto y eliminar los problemas seguros, enfrentándonos al problema real sabiendo que pase lo que pase el haber enfrentado el problema nos hará crecer y expandirnos. Debemos ser conscientes de que no existe el fracaso, ya que toda experiencia nos da información útil para aprender y corregir el curso de acción en caso de ser necesario.

Veamos algunos ejemplos de cómo pueden surgir los problemas seguros a partir de los problemas reales:

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Una persona podría tener miedo a comprometerse en una relación por miedo a fracasar, a ser rechazada o a decepcionarse. El problema real es cómo comprometerse con una persona sin que el miedo al fracaso la domine. Para evitar este compromiso podría desarrollar una adicción a la comida que la mantenga distraída de su verdadero desafío. 
Una persona trabaja como empleado en una empresa y piensa independizarse. El problema real es como lograr trabajar de manera independiente y sentir que puede mantener la estabilidad de trabajo en el largo plazo. Para evitar tener que enfrentar este desafío termina postergando las acciones que lo van a llevar a crear su propio negocio. Podría también hacer un mal trabajo con un potencial cliente como forma de evitar avanzar en dicha decisión.
Quiero contarte un ejemplo personal. Cuando tenía 23 años y todavía vivía con mi familia quería mudarme solo. Sin embargo, aún no tenía el ingreso que necesitaba para poder mantenerme por mi cuenta sin ayuda de mis padres. Con el tiempo logré darme cuenta que mi falta de dinero era un problema seguro que me estaba sirviendo para evitar enfrentar el miedo de vivir solo. 
Tenía miedo de arrepentirme de tomar la decisión, de no poder tolerar vivir solo, de que en el futuro no me alcanzara el dinero o de que no pudiera llevar adelante las tareas de una casa. Una vez que pude ser consciente de todo esto me dí cuenta que si bien había un riesgo valía la pena enfrentarlo dado que las ventajas eran mayores que las desventajas.
Una vez que pude internalizar esto tomé la decisión de mudarme al 100%. Una vez que tomé la decisión comencé a buscar maneras de hacer más gastando menos dinero hasta que pude llegar a un presupuesto que me permitió mudarme solo. Finalmente me mudé. Lo más interesante de la historia es que dos meses después de mudarme había conseguido un nuevo trabajo donde ganaba casi el doble de ingresos que en mi trabajo anterior. Mis propios miedos a tomar la decisión de mudarme solo me habían impedido buscar la solución. Sin embargo, una vez que tomé la decisión el problema seguro desapareció y el ingreso dejó de ser un problema.
Me gustaría sugerirte que evalúes tu vida y listes aquellos desafíos que estás teniendo en este momento, y luego te preguntes: ¿cuales de estos desafíos son problemas reales y cuales son problemas seguros? Para aquellos problemas seguros, ¿cuál es el riesgo del cual te están protegiendo? Por otro lado preguntate, ¿cuál es el daño que te está causando el problema seguro? ¿Cómo sería tu vida si pudieras liberarte del problema seguro y enfrentar el problema real?
Tomá un momento para visualizarte a futuro si siguieras en la misma situación. ¿Cómo estaría tu vida de aquí a 10 años si mantenés el problema seguro? ¿Cómo estaría tu vida en 10 años si lográs eliminar el problema seguro y enfrentar el problema real? Si lográs darte cuenta que el problema seguro es el que más te perjudica vas a estar más motivado a hacer algo al respecto. Para lograr un verdadero cambio es necesario que sientas la emoción de cada escenario. Un problema en general trae consigo una emoción. Si lográs cambiar la emoción asociada con el problema, el problema va a resolverse.

Saludos
Martín

En Integra++ nos enfocamos en buscar las formas más prácticas y efectivas de acción. Combinamos diferentes tipos de terapia, Coaching, y PNL, entre otras disciplinas para que puedas lograr grandes resultados en el corto plazo. Para conocer más escribinos a info@integramasmas.com y te contactaremos con un Coach especializado en Intervención Estratégica que te ofrecerá una sesión gratuita. Te esperamos!

¿Cual es la pregunta principal que te has hecho en tu vida? (parte 2)

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En la nota anterior hablamos de la pregunta principal. Se trata de una pregunta que nos hemos hecho reiteradamente durante años y que determina el foco y la dirección que le damos a nuestra vida.
Me gustaría profundizar sobre cómo podemos encontrar esta pregunta y en caso de ser necesario cómo podemos cambiarla. Comencemos con encontrar la pregunta.

¿Cómo encontramos nuestra pregunta principal?

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Una buena manera es evaluar cómo nos sentimos en general. ¿Estamos en general felices? ¿O más bien nos sentimos infelices, tristes, frustrados, poco valiosos o rechazados? La emoción que sientas está muy relacionada con la pregunta que te estés haciendo. La pregunta determina nuestro foco y nuestro foco es lo que produce que sintamos determinada emoción. Por lo tanto, la pregunta que nos hagamos va a determinar nuestro estado emocional.
Veamos un ejemplo. Supongamos que alguien se siente rechazado. Esto puede deberse a que una persona que le interesaba no se interesó por ella. El sentimiento de rechazo va a estar muy influenciado por la pregunta que esta persona se haga. Si se hace la pregunta ¿por qué siempre me rechazan? probablemente no vea  un cambio a futuro. Se va a estar preparando para el próximo rechazo dado que ya lo está anticipando en su mente. Su sentimiento de rechazo puede no deberse tanto al rechazo pasado sino a su anticipación de que la situación va a mantenerse en el futuro.
Sin embargo, si cambiamos la pregunta cambiamos el estado emocional. Supongamos que ahora la pregunta es: ¿cómo puedo aceptarme completamente a mí mismo y encontrar a alguien que me acepte completamente? Esta pregunta admite la posibilidad de que esta persona está en control de su futuro. Deberá aceptarse primero a sí misma completamente para luego encontrar a alguien que pueda aceptarla.
Te sugiero que ahora tomes un momento para encontrar tu pregunta principal a través de un diagnóstico de tu propio estado emocional. Luego de encontrar la pregunta es hora de evaluarla y de ser necesario hacer un cambio.

¿Cómo podemos cambiar la pregunta?

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Si la pregunta es negativa seguro vas a necesitar cambiarla. Sin embargo, es probable que quieras cambiarla aunque la pregunta sea positiva. Es posible que la pregunta te esté ayudando en tu vida, pero … ¿está contribuyendo completamente al futuro que estás buscando?
Muchas veces ocurre que la pregunta nos potencia en un área de nuestra vida pero no en otras. Veamos un ejemplo de esto.
Supongamos que una persona determinada ha logrado mucho en su vida. Se encuentra orgullosa de sus logros pero por otro lado no ha disfrutado mucho de sus triunfos. Haciendo un poco de retrospectiva, esta persona preferiría lograr un poco menos pero tener más tiempo para disfrutar de aquello que ha logrado. Una pregunta posible para esta persona podría ser: ¿cómo puedo dar lo máximo de mí para lograr todo lo que deseo?
En principio esta es una buena pregunta dado que nos enfoca en la proactividad y en alcanzar nuestros deseos más profundos. La pregunta es positiva pero podría resultar incompleta dado que no está considerando una parte importante de nosotros: el disfrutar de los logros. Este tipo de preguntas es muy común en personas muy orientadas a los logros que se han convertido en perfeccionistas y como consecuencia no se dieron oportunidad de tomarse un momento para disfrutar a aquello que consiguen.
En un seminario de Tony Robbins, una chica en sus 20 presentó su ejemplo de pregunta principal: ¿es esto divertido? Para ella, la diversión era un valor importante y reconoció que su pregunta la había ayudado mucho a vivir una vida divertida. Sin embargo, esta pregunta no era una buena pregunta para tener en el largo plazo dado que la hacía enfocarse en los placeres inmediatos y no tener en cuenta determinadas acciones que en el corto plazo podrán no ser tan divertidos pero producir beneficios en el largo plazo. Luego de darse cuenta de esto cambió su pregunta a la siguiente: ¿cómo puedo valorar tanto a mí misma como a aquellas personas que me rodean?. Esta pregunta resonaba completamente con la persona que ella quería ser.
La pregunta que nos hagamos en determinado momento va a influir en la decisión que tomemos. De hecho, tomar una decisión es responder una pregunta. Debemos estar atentos a la respuesta que damos pero antes que nada preguntarnos si la pregunta es la correcta.
Ahora te sugiero que apliques este conocimiento encontrando y cambiando tu pregunta principal hasta que encuentres una pregunta positiva que se alinee con aquello que más buscás lograr en los diferentes aspectos de tu vida. Si encontrás más de una pregunta identificá la principal, y usá el resto cuando sea necesario complementar la pregunta principal con otras preguntas.

Saludos
Martín

En Integra++ nos enfocamos en buscar las formas más prácticas y efectivas de acción. Combinamos diferentes tipos de terapia, Coaching, y PNL, entre otras disciplinas para que puedas lograr grandes resultados en el corto plazo. Para conocer más escribinos a info@integramasmas.com y te contactaremos con un Coach especializado en Intervención Estratégica que te ofrecerá una sesión gratuita. Te esperamos!

¿Cual es la pregunta principal que te has hecho en tu vida? (parte 1)

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Preguntas efectivas

Las preguntas que nos hacemos dictan nuestra calidad de vida. Nuestro cerebro busca continuamente contestar las preguntas que formulamos. Muchas veces sin darnos cuenta estamos formulando preguntas. Cuando nos hacemos estas preguntas nuestro cerebro va a contestarlas, se trate de preguntas efectivas o no.
Por ejemplo, supongamos que estamos frente a un desafío en nuestra vida. Dado este desafío podemos hacernos diferentes preguntas. Un ejemplo de pregunta podría ser: ¿por qué me ocurre esto siempre a mi? Esta no es una pregunta efectiva y si formulamos esta pregunta nuestro cerebro va a contestarla con una respuesta que probablemente no nos favorezca ni nos ayude a resolver el problema. 
Sin embargo, si cambiamos la pregunta cambiaremos también la respuesta. Preguntas más constructivas podrían ser: ¿cómo puedo superar este desafío? ¿qué es lo que debo aprender de esta situación para salir adelante? ¿qué tiene de beneficioso esta situación? Estas preguntas llevan a respuestas que nos van a dar recursos para enfrentar el desafío y mientras tanto verlo como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje.
Al formular una pregunta efectiva estás poniendo a trabajar a tu cerebro en la solución. La misma podrá no manifestarse inmediatamente pero podés confiar en tu cerebro que en algún momento va a tener una respuesta. El cerebro trabaja las 24 horas del día. Tarde o temprano va a responder la pregunta. ¿Te pasó alguna vez que se te ocurrió una idea en la ducha o al despertarte? Esa idea probablemente era la respuesta a una pregunta que formulaste anteriormente y en la cual tu cerebro se mantuvo trabajando.


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Pregunta principal

Según Anthony Robbins, existe una pregunta principal que nos formulamos de manera continua. Se trata de una pregunta que nos hacemos todos los días y dicha pregunta determina el foco y la dirección que le damos a nuestra vida. Probablemente nos hayamos formulado esta pregunta durante muchos años sin siquiera saberlo. Muchas veces esto puede significar que nuestra vida se encuentra en piloto automático.
Por eso resulta muy interesante evaluar nuestra pregunta y conocer si dicha pregunta está alineada con lo que realmente queremos. Si no lo está probablemente nos estemos sin saberlo moviendo en una dirección distinta a la que verdaderamente queremos.
La pregunta principal de muchas personas es una pregunta destructiva que los lleva a sabotearse y a resultados negativos. En otros casos la pregunta principal puede no ser negativa en sí misma pero puede no ser la mejor pregunta para lo que esa persona está buscando lograr en su vida. Veamos ejemplos de ambos casos:
Algunos ejemplos negativos de pregunta principal podrían ser las siguientes: ¿soy suficiente? ¿por qué no soy suficiente? ¿cuanto tiempo va a ocurrir antes de que me ocurra algo negativo? ¿por qué no merezco algo mejor que esto? ¿cuando voy a fracasar de nuevo? ¿por qué las cosas son tan difíciles? ¿y qué pasa si no funciona? ¿qué hago si algo sale mal?
Ejemplos de preguntas positivas podrían ser las siguientes: ¿cómo puedo ser mejor cada día? ¿como puedo explotar mis talentos al máximo para contribuir con otros? ¿cómo puedo apreciar cada día más quién soy y ayudar a otros a lograr lo mismo? ¿cómo puedo ser feliz hoy? ¿qué puedo hacer hoy por mí y por los demás para que este sea un día maravilloso? ¿qué actitud necesito para superar cualquier desafío y disfrutar del proceso?
Te invito a que uses esta información para identificar tu pregunta principal. Una vez que la identifiques te propongo que evalúes si dicha pregunta está alineada con lo que buscás para tu vida. Si no es así es hora de cambiarla. Este simple ejercicio puede tener un efecto extremadamente positivo en la calidad de tu vida.

Saludos
Martín