El poder de las creencias



Como hablamos en notas anteriores, nuestras creencias ejercen un fuerte poder en nuestras vidas. 

Las mismas hacen que interpretemos la realidad de determinada manera. Afectan nuestra percepción, nuestra motivación, nuestras acciones y como consecuencia nuestros resultados.

Hoy quiero contarte una historia que ilustra el poder de las creencias:

Había un hombre que tenia una creencia muy fuerte. Creía que era un cadáver. Estaba totalmente convencido que era un cadáver. 

Todos sus conocidos y amigos trataban de convencerlo que estaba vivo, que no era un cadáver, pero su creencia era tan fuerte que nadie podía convencerlo de lo contrario. 

Finalmente, sus amigos lo convencen de ir a un psiquiatra para que tratara el problema. 

Cuando va al psiquiatra, el doctor le pregunta: “¿Así que te crees que sos un cadáver?”

Y él contesta: “¡Si! estoy seguro que soy un cadáver. Lo soy. No hay duda” 

Y el psiquiatra le pregunta: “Y decime una cosa, ¿los cadáveres sangran?”

Y el le responde: “¡No, los cadáveres no sangran!  ¿Cómo van a sangrar? Es imposible que sangren porque están muertos”

En ese momento el psiquiatra toma una aguja y lo pincha en el brazo. Lo pincha fuerte como para que empiece a sangrar.

Cuando esta persona que se cree cadáver ve su sangre, se mira muy sorprendido, confuso, y después dice:

“¡Ohhhh noo! Estoy sangrando Estaba equivocado…………"

"¡Resulta que los cadáveres si sangran!"

¿Qué nos dice esta historia?

Cuando estamos fuertemente convencidos de algo, somos capaces de distorsionar nuestra percepción de manera tal que solo vemos aquello que confirma nuestra creencia.

Esta persona podía haber interpretado el hecho de que estaba sangrando como que no era un cadáver. Sin embargo, lo que hizo fue mantenerse firme en esa creencia desconfiar del hecho de que los cadáveres sangran, algo que resultaría ridículo para cualquier otra persona.

Sin embargo, en nuestra vida muchas veces distorsionamos nuestra realidad a causa de nuestras creencias limitantes. Y lo que ocurre es que muchas veces interpretamos la realidad de manera incorrecta. En esos casos nos estamos comportando de manera similar al hombre que se cree un cadáver.

Te propongo el siguiente ejercicio.

Cuando ocurra algo que pueda resultar negativo en tu vida preguntate: ¿qué otra posible interpretación existe de esto que sucedió?

Quizás puedas ver algo que tus creencias te habían estado impidiendo ver.

Por ejemplo, supongamos que tu jefe rechaza una propuesta que le hiciste. Anteriormente podrías haber pensado: "todos los jefes son iguales, no les interesa escuchar a su equipo". Quizás esta creencia te impedía seguir haciendo propuestas en el futuro.

Sin embargo, si estás abierto a nuevas interpretaciones, quizás puedas pensar en otras razones por las cuales tu jefe haya rechazado tu propuesta. Es posible que la propuesta necesite mejoras. Esta puede ser una excelente oportunidad de aprender y mejorar.

Puede ser también que hayas presentado la propuesta en un mal momento. Si este es el caso simplemente tenés que volver a hacerlo en una mejor oportunidad.

Buscá estar abierto a nuevas creencias que te ayuden a lograr tus objetivos. Y una vez que decidas cambiar tus creencias buscá evidencia de que estas creencias son verdad.

Saludos
Martin

No hay comentarios:

Publicar un comentario