¿Qué tan ambiciosos son tus objetivos? (primera parte)

Al momento de definir objetivos en nuestra vida, podemos hablar de tres tipos de objetivos: A, B y C.

Objetivos tipo A: Un objetivo tipo A implica hacer algo que ya hicimos en el pasado y por lo tanto sabemos exactamente cómo lograr. Un ejemplo de esto podría ser ordenar mi oficina. Para lograr este tipo de objetivos, solamente es necesario tomar la decisión de hacerlo, y luego dedicar cierto tiempo y energía a realizar la actividad. El problema con este tipo de objetivos es que no representan un gran desafío. Esto nos lleva a los objetivos tipo B.

Objetivos tipo B: Los objetivos tipo B son aquellos que para lograrlos tenemos que aprender algo. Necesitamos un plan de acción que nos permita lograr el objetivo. Un ejemplo de objetivo tipo B podría ser aprender a manejar un nuevo software financiero. Tengo que aprender a hacerlo, pero con cierto aprendizaje puedo lograrlo. Si lo pienso, puedo imaginarme cómo lograr el objetivo. Será necesario leer manuales, hacer un curso, y luego practicar hasta volverme habilidoso con la herramienta, pero puedo imaginar en mi mente la secuencia de pasos que necesito para lograr el objetivo. Si bien estos objetivos son más ambiciosos que los objetivos tipo A dado que requieren aprendizaje, no son objetivos que usen al máximo nuestro potencial. Para ver esta diferencia te presentamos los objetivos tipo C.

Objetivos tipo C: Los objetivos tipo C incluyen aquellas cosas que queremos lograr pero que no tenemos idea de cómo hacerlo. Por más que busquemos crear un plan de acción, no nos va a ser tan fácil, y si logramos crear un plan de acción, el mismo implica riesgos e incertidumbre. Un ejemplo de esto puede ser ganar un millón de pesos al año, para alguien que gana 50,000 pesos al año. Lograr estos objetivos requiere no solamente aprendizaje, sino cambiar nuestra manera de pensar y actuar, cambiar nuestras creencias limitantes de manera que podamos ver nuevas maneras de lograr nuestros objetivos.

Los objetivos tipo C son aquellos que realmente nos hacen crecer. Sin embargo, la mayoría de las personas no establecen objetivos tipo C y se quedan en los de tipo A o B. ¿Porqué pasa esto?

Te proponemos que pienses en los objetivos que tengas en tu vida y los califiques ¿de qué tipo son? ¿tenés algún objetivo tipo C?

Continuará …

2 comentarios:

  1. Hola.
    Bueno yo añadiría los objetivos tipo F, ¿cuáles son? aquellos que tienen que ver con las fidelidades a quiénes nos forman, a quiénes nos pagan la formación, a quiénes por amor nos han dado la vida. Me refiero a nuestros padres, que son la fuente de los mayores objetivos de vida y que tiene importantes repercusiones en aquellos proyectos sobresalientes, normales o fallidos de nuestra historia profesional.
    Saludos.
    María del Mar Rodríguez Simón
    www.unmardeconstelaciones.com

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  2. Hola María! Muchas gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo que gracias a nuestros padres estamos en este mundo, así que si, son la fuente de nuestros objetivos.

    Un objetivo que sería tipo A sería agradecerles de manera regular. Por más que es un objetivo simple, quizás por eso es muy postergado. Eso es algo que podemos hacer regularmente y no cuesta nada.

    También podemos establecer otros objetivos de tipo B o C si queremos contribuir con ellos y con lo que han hecho por nosotros.

    Saludos!
    Martin

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