El poder de la visualización (parte 2)


En una nota anterior hablamos del poder de la visualización. Si no leíste nuestra primera nota podés verla aquí.

Hoy me gustaría hablar sobre cómo podemos aplicar esta técnica de manera efectiva. Para que nuestro cerebro no distinga entre una experiencia real y otra imaginada en nuestra mente debemos ensayar nuestra capacidad de mantener el foco y la atención. La imagen en nuestro cerebro debe ser tan vívida como si esta fuera una experiencia real.

Para que puedas visualizar de manera efectiva quiero darte algunas sugerencias:

Sugerencia 1: Hacerlo idealmente al levantarte o antes de acostarte. 

La razón para hacer esto es que el cerebro se encuentra más receptivo. A estas horas te va a ser más fácil concentrarte y por lo tanto, vas a tener menos distracciones.

Sugerencia 2: Dedicar unos minutos a relajarte antes de visualizar. 

Si estás pensando en las cosas que vas a hacer al otro día o en qué vas a cocinar para la cena difícilmente tu visualización vaya a ser muy efectiva.

Mantener la concentración es importante. El estado de concentración aumenta el poder de la visualización, pero para eso vas a tener que estar relajado para poder evitar las distracciones.

Te sugiero comenzar con unos minutos escuchando una pieza de música que te relaje y te ayude a entrar en estado de concentración, para poder pensar solamente en aquello que vayas a visualizar, sin distracciones.

Sugerencia 3: Utilizar todos los sentidos. 

Por más que use la palabra "visualización" para describir esta experiencia, te recomiendo usar todos los sentidos para que la imagen que tengas en tu mente sea lo más real posible: te recomiendo ver la imagen, pero también escuchar sonidos, experimentar sensaciones, olores y gustos. Cuanto más uses tus sentidos, más vas a ayudar a tu cerebro a vivir una experiencia real. El cerebro no distingue entre lo real y lo imaginado pero para eso la experiencia en tu mente debe ser tan vívida como si la vivieras con tu cuerpo físico, con todos tus sentidos.

Algunas personas son mas visuales, otras más auditivas y otras más kinestésicas u orientadas a sensaciones. Estas últimas perciben más con las sensaciones, con el tacto, el olfato y el gusto. Según cuales sean tus sentidos predominantes, te va a ser más fácil usar un sentido que los otros.

Independientemente de tu sentido predominante te recomiendo usar la mayor cantidad de sentidos posibles. Si por ejemplo, querés visualizar que llevás adelante de manera exitosa una reunión con tu equipo de trabajo, podes verte en una sala de reuniones con tu equipo, escuchar las conversaciones de las personas en la reunión, sentir tu cuerpo mientras camina por la sala, oler tu perfume, y quizás hasta saborear en gusto de un café que estás tomando. Cuanto más sentidos utilices mas real va a ser la experiencia.

Sugerencia 4: Experimentar emociones positivas. 

Las emociones juegan un rol importante en la visualización. Las emociones ayudan a guardar las experiencias en la memoria a largo plazo. Si experimentás emociones positivas mientras visualizás, tu cerebro va a asociar placer con la experiencia, y la va a recordar como un momento positivo.

Esto te va a ayudar en el futuro a percibir aquellos eventos que estén relacionados con esa experiencia. En otras palabras, vas a atraer lo que visualices.

En el ejemplo que puse de la reunión, tomate un tiempo para generar un momento ameno, divertido. Imaginá las sonrisas en los demás, el entusiasmo y la pasión en vos y en las otras personas. Imaginá que la reunión termina con éxito y que después salen a festejar.

Si te cuesta crear emociones positivas, esto es algo que también podés aprender. Un ejercicio que podes hacer es recordar por unos minutos un momento en el que hayas sentido la emoción que ahora querés sentir. Si por ejemplo querés sentir pasión, podes visualizar un momento en tu vida en el cual hayas sentido mucha pasión. Tomate cinco minutos para recordar ese momento y visualizarlo. Una vez que logres sentirte con pasión volvé a la imagen original conservando la emoción que generaste. Con un poco de práctica vas a ver que podes hacerlo.

Sugerencia 5: Usar la asociación y la disociación

La asociación y disociación son conceptos de la Programación Neuro Lingüística (o PNL) que aplican a la visualización. Existen dos maneras de visualizarte a vos mismo: asociado o disociado.

Visualizarse disociado significa verte desde afuera como si te vieras en una pantalla. Al estar disociado podes verte a vos mismo como si fueras un espectador en una película donde vos también sos un actor.

Visualizarte asociado significa que te ves a través de tus propios ojos, siendo parte de la escena e interactuando en ella.

Al visualizar experiencias positivas te recomiendo usar la asociación, o sea visualizarte como el participante de la escena. Esta es la manera más similar a lo que ocurre en la realidad, si estuvieras vivenciando la experiencia con tus propios ojos desde tu propio cuerpo.

Como ya dije, te recomiendo practicarlo todos los días. Cuanto más lo hagas más vas a dominar esta poderosa técnica.

Saludos
Martín

El poder de la visualización (parte 1)

Como se muestra en el siguiente video, se han realizado estudios que demuestran que el cerebro no distingue entre lo que vemos con nuestros ojos y lo que imaginamos en nuestra mente:


Para nuestro cerebro, un pensamiento puede ser tan real como una imagen que vemos con nuestros ojos. Este conocimiento puede ser muy poderoso.

Según Joe Dispenza, quien habla en el video, podemos aplicar la técnica del "ensayo mental", o también llamada visualización, cuando queremos familiarizarnos con una nueva experiencia que por no ser familiar puede causarnos miedo u otras emociones negativas.

Ensayar mentalmente la experiencia significa imaginarla en nuestra mente, y equivale a realizarla con nuestro cuerpo físico, ya que para el cerebro no hay diferencia entre una y otra.


Supongamos que la experiencia con la que querés familiarizarte es hablar en publico. Asumamos que nunca antes hablaste en público y siempre tuviste miedo de hacerlo.

Para esto podés ensayar en tu mente que das una conferencia frente a un público numeroso. Con esto tu mente va a familiarizarse con la experiencia, y cuando realmente lo hagas vas a sentir como si ya lo hubieras hecho antes.

Para que la experiencia sea más vívida, debe ensayarse con una imagen lo más real posible, y usando la mayor cantidad posible de sentidos.

Por ejemplo, podemos imaginar la sala donde vamos a hablar, pero también escuchar los sonidos del público e imaginar los aromas del salón.

Si nos tomamos unos minutos para hacerlo, y logramos concentrarnos en esa experiencia, se van a activar los mismos circuitos cerebrales que se activarían si estuviéramos realmente hablando en publico. Esto nos va a permitir vivir la experiencia en nuestra mente antes de que ocurra en el mundo externo.

Esto nos va a ayudar a sentirnos más cómodos, disminuir los miedos, y tener más confianza en que podemos hacerlo de manera exitosa.


Por otro lado, según Jack Canfield, la visualización es una gran ayuda para lograr tus objetivos dado que:

1. La visualización activa los poderes creativos del subconsciente
2. La visualización concentra la actividad del cerebro programando el sistema de activación reticular (SAR) para localizar los recursos disponibles que siempre han estado frente a vos pero no los percibías
3. La visualización hace que atraigas a las personas, los recursos y las oportunidades que necesitás para lograr tu meta.

La visualización también es aplicable en el proceso de aprender algo nuevo. Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard descubrió que los estudiantes que visualizaban previamente las tareas las realizaban después con una precisión próxima al 100%, mientras que los estudiantes que no las visualizaban conseguían una precisión cercana al 55%.

Este principio aplica también en los deportes. Según el libro Los Principios del Éxito, Jack Nicklaus, un legendario golfista con más de 100 triunfos en competiciones y unas ganancias superiores a 5,7 millones de dólares en premios, dijo una vez: "Nunca he dado un golpe, ni siquiera para practicar, sin tener una imagen muy clara de un resultado claro y definido en mi cabeza. Es como una película en color. Primero veo donde quiero que acabe la bola, blanca y perfectamente definida sobre el verde de la hierba. Luego la escena cambia rápidamente y veo la bola yendo hacia allí: su desplazamiento, la trayectoria y la forma, incluso su comportamiento al tocar el suelo. Luego la imagen se funde y en la siguiente escena aparezco yo haciendo el swing necesario para convertir en realidad las imágenes que acabo de ver".

Te propongo entonces que hagas el siguiente ejercicio: Que dediques un momento cada día para visualizar el logro de tus objetivos, como si hoy en día ya los hubieras alcanzado. Esto va a preparar a tu mente para esperar este resultado, y va a poner a trabajar a tu cerebro en buscar maneras de conseguirlos.

También, cada vez que realices una nueva actividad te recomiendo dedicar previamente unos minutos a visualizar dicha actividad en tu mente, y de esta manera aumentar la precisión de la misma cuando realmente lo hagas.

Saludos
Martin

4 etapas y 2 sugerencias para adquirir una nueva habilidad


Aprender nuevas habilidades lleva tiempo y esfuerzo, pero es algo que vale la pena si aquello que queremos aprender nos ayuda a avanzar hacia nuestro propósito y a lograr nuestros objetivos.

Hoy quiero presentarte un modelo de aprendizaje que explica cómo se adquieren las habilidades y cuando podemos considerar que aprendimos algo. 

Se trata de un modelo de 4 etapas. Resulta fundamental transitar estas cuatro etapas para aprender algo, especialmente cuando se trata de aquellas habilidades que requieren incorporar nuevos hábitos.

Para explicarlo voy a comenzar usando un ejemplo. Supongamos que tu habilidad a aprender es a manejar un automóvil. 

Las etapas para el aprendizaje son las siguientes:

Paso 1: Incompetencia inconsciente

Estamos en la etapa de incompetencia inconsciente cuando no tenemos una habilidad determinada y ni siquiera somos conscientes de que no tenemos esa habilidad. En el caso de manejar un auto, si nunca en nuestra vida intentamos siquiera manejar un automóvil somos incompetentes inconscientes en esta habilidad. No sabemos manejar el auto y no sabemos que no sabemos hacerlo.

Paso 2: Incompetencia consciente

Siguiendo con el ejemplo, una vez que subimos al auto, probamos manejar y nos damos cuenta que no sabemos hacerlo, pasamos a la incompetencia consciente. No sabemos manejar pero ahora somos conscientes de que no sabemos. Ahora estamos en una posición mucho más favorable que la anterior dado que ahora podemos considerar aprender. Antes ni siquiera se nos pasaba por la cabeza.

Paso 3: Competencia consciente

Una vez que tomamos algunas clases de manejo, y logramos manejar estamos en la competencia consciente. Ya aprendimos las lecciones necesarias y podemos manejar un auto. Eso si, como es un conocimiento adquirido recientemente, nos cuesta mucho hacerlo. Podemos manejar pero debemos enfocar toda nuestra atención para poder hacerlo de manera correcta. Manejar el auto nos consume mucha energía porque tenemos que mantener casi todo el tiempo nuestra mente en eso. Cualquier distracción puede hacer que cometamos un error.

Paso 4: Competencia inconsciente

Una vez que practicamos y practicamos pasamos a la competencia inconsciente. En esta etapa adquirimos la habilidad de manejar a otro nivel. Ya no necesitamos pensar para poder manejar. Es algo que nos sale automáticamente. Podemos manejar con una sola mano, hasta escuchando música, hablando por teléfono y conversando con alguien que viaje con nosotros. Este es el momento cuando podemos considerar que hemos aprendido. Este es el objetivo a lograr al aprender cualquier habilidad.

Ahora que te presenté este modelo quiero reflexionar sobre dos puntos:

1. No sabemos lo que no sabemos. Como ya dije, cuando estamos en la incompetencia inconsciente, no sólo que no sabemos sino que no sabemos que no sabemos. ¿Cómo podemos entonces aprender algo nuevo si ni siquiera somos conscientes de que necesitamos aprenderlo?

Una herramienta importante es el feedback personal. Si pedimos feedback (o también llamada retroalimentación) a otras personas, podemos tener otra perspectiva sobre qué necesitamos aprender.

Al preguntar a otros podemos tener una perspectiva más clara de aquellos aspectos que necesitamos mejorar. Estos aspectos pueden no ser claros para nosotros ya que estamos enceguecidos por la incompetencia inconsciente.

Si no sabés cómo pedir feedback a otros podés leer la siguiente nota

Otra manera de salir de la incompetencia inconsciente es estar abierto a aprender cosas nuevas, cosas fuera de lo tradicional. Si aprendemos algo poco común para nosotros, vamos a abrirnos a nuevas experiencias y ampliar nuestra zona de conocimiento.

2. No aprendemos algo hasta que lo convertimos en un hábito. Muchas personas consideran que aprendemos algo cuando estamos en el paso 3. Sin embargo esto no es suficiente. Es necesario practicarlo hasta que se convierta en un hábito y lleguemos al paso 4.

Supongamos que cuando pediste feedback varias personas te dijeron que uno de tus defectos es que te cuesta contradecir a los demás.

Luego de pensarlo tranquilamente te diste cuenta que te cuesta mucho confrontar y decidiste aprender esta habilidad dado que te está limitando en tu crecimiento profesional. Para aprenderla decidiste tomar un curso de confrontación, así como también observar a otras personas que tienen adquirida esta habilidad.

Una vez que hayas aprendido a confrontar va a ser necesario practicarlo una y otra vez hasta que se convierta en un hábito. Es probable que en el proceso te equivoques y por momentos sigas evitando la confrontación.

Es necesario perseverar y seguir adelante aplicando los conocimientos aprendidos hasta que puedas realizar la tarea de manera automática, sin esfuerzo. Adquirir un nuevo hábito suele llevar entre 30 y 90 días de aplicación, dependiendo de la habilidad que se trate. Durante ese tiempo vas a tener que estar dispuesto a equivocarte.

Si te enfocás en estos principios de manera contínua vas a tener la posibilidad de mejorar permanentemente. Cuando esto ocurre tus resultados también van a mejorar.

Saludos
Martin

Como dijo Eric Hoffer: "en tiempos de cambio quienes aprenden heredarán la tierra".

El poder de las creencias



Como hablamos en notas anteriores, nuestras creencias ejercen un fuerte poder en nuestras vidas. 

Las mismas hacen que interpretemos la realidad de determinada manera. Afectan nuestra percepción, nuestra motivación, nuestras acciones y como consecuencia nuestros resultados.

Hoy quiero contarte una historia que ilustra el poder de las creencias:

Había un hombre que tenia una creencia muy fuerte. Creía que era un cadáver. Estaba totalmente convencido que era un cadáver. 

Todos sus conocidos y amigos trataban de convencerlo que estaba vivo, que no era un cadáver, pero su creencia era tan fuerte que nadie podía convencerlo de lo contrario. 

Finalmente, sus amigos lo convencen de ir a un psiquiatra para que tratara el problema. 

Cuando va al psiquiatra, el doctor le pregunta: “¿Así que te crees que sos un cadáver?”

Y él contesta: “¡Si! estoy seguro que soy un cadáver. Lo soy. No hay duda” 

Y el psiquiatra le pregunta: “Y decime una cosa, ¿los cadáveres sangran?”

Y el le responde: “¡No, los cadáveres no sangran!  ¿Cómo van a sangrar? Es imposible que sangren porque están muertos”

En ese momento el psiquiatra toma una aguja y lo pincha en el brazo. Lo pincha fuerte como para que empiece a sangrar.

Cuando esta persona que se cree cadáver ve su sangre, se mira muy sorprendido, confuso, y después dice:

“¡Ohhhh noo! Estoy sangrando Estaba equivocado…………"

"¡Resulta que los cadáveres si sangran!"

¿Qué nos dice esta historia?

Cuando estamos fuertemente convencidos de algo, somos capaces de distorsionar nuestra percepción de manera tal que solo vemos aquello que confirma nuestra creencia.

Esta persona podía haber interpretado el hecho de que estaba sangrando como que no era un cadáver. Sin embargo, lo que hizo fue mantenerse firme en esa creencia desconfiar del hecho de que los cadáveres sangran, algo que resultaría ridículo para cualquier otra persona.

Sin embargo, en nuestra vida muchas veces distorsionamos nuestra realidad a causa de nuestras creencias limitantes. Y lo que ocurre es que muchas veces interpretamos la realidad de manera incorrecta. En esos casos nos estamos comportando de manera similar al hombre que se cree un cadáver.

Te propongo el siguiente ejercicio.

Cuando ocurra algo que pueda resultar negativo en tu vida preguntate: ¿qué otra posible interpretación existe de esto que sucedió?

Quizás puedas ver algo que tus creencias te habían estado impidiendo ver.

Por ejemplo, supongamos que tu jefe rechaza una propuesta que le hiciste. Anteriormente podrías haber pensado: "todos los jefes son iguales, no les interesa escuchar a su equipo". Quizás esta creencia te impedía seguir haciendo propuestas en el futuro.

Sin embargo, si estás abierto a nuevas interpretaciones, quizás puedas pensar en otras razones por las cuales tu jefe haya rechazado tu propuesta. Es posible que la propuesta necesite mejoras. Esta puede ser una excelente oportunidad de aprender y mejorar.

Puede ser también que hayas presentado la propuesta en un mal momento. Si este es el caso simplemente tenés que volver a hacerlo en una mejor oportunidad.

Buscá estar abierto a nuevas creencias que te ayuden a lograr tus objetivos. Y una vez que decidas cambiar tus creencias buscá evidencia de que estas creencias son verdad.

Saludos
Martin

El circo de la mariposa

Te invito a ver este corto llamado "El circo de la mariposa", que además de ser entretenido contiene poderosos mensajes sobre nuestro potencial como seres humanos:

Parte 1:



Parte 2:





Aquello que creamos que podemos hacer o no hacer va a hacer la diferencia en lo que realmente logremos. Como dijo Henry Ford: "tanto si crees que puedes hacer algo o si crees que no puedes, en ambos casos estás en lo cierto".

Saludos
Martin