7 razones por las cuales las personas no logran lo que quieren

A continuación te presentamos 7 razones por las cuales las personas no logran sus objetivos.

1. No sabemos lo que queremos: Hay una frase que dice: “la razón número uno por la cual las personas no obtienen lo que quieren es que no saben lo que quieren”. Si queremos lograr nuestros objetivos el primer paso es definirlos claramente. ¿Qué queremos lograr? ¿para cuando queremos lograrlo? Resulta útil escribir nuestros objetivos, ordenarlos por prioridad y llevarlos siempre con nosotros, para que siempre recordemos lo que queremos lograr.

2. No tenemos suficientes razones para lograr lo que queremos: Cómo dice Tony Robbins, no solamente es necesario saber qué queremos sino tener suficientes razones para lograrlo. Si no tenemos razones importantes para lograr algo, difícilmente emprendamos acciones para alcanzarlo, o es probable que abandonemos ante los obstáculos que se presenten. Para lograr algo tenemos que estar 100% decididos a alcanzarlo y convencidos de que el lograr nuestro objetivo va a producir un cambio positivo e importante en nuestra vida.

3. Asociamos más dolor con lograr nuestro objetivo que con no lograrlo: Aunque tengamos razones para alcanzar una meta, en ocasiones también tenemos razones para no lograrlo. A veces asociamos más dolor con lograr un objetivo que con no lograrlo. Si nos ocurre esto, difícilmente hagamos algo o nos boicoteemos en los intentos de alcanzar nuestra meta. Nuestra mente busca maximizar el placer y minimizar el dolor, así que para alcanzar un objetivo debemos estar convencidos que lograrlo nos va a dar más placer que dolor. Una buena forma de incorporar esto en nuestra mente es tomar nota de qué ventajas tiene lograr mi objetivo y qué desventajas tiene no lograrlo. Una vez que vemos que tenemos suficientes razones, podemos seguir adelante sin buscar excusas. Las personas exitosas tuvieron excusas para no lograr lo que querían, pero las superaron y siguieron adelante.

4. No creemos poder lograrlo: Como vimos en previas discusiones, las creencias tienen una fuerte influencia en nuestra manera de pensar y actuar. Si no creemos poder lograr un objetivo, es probable que tampoco hagamos nada para alcanzarlo. Si creemos que no podemos lograr algo, el problema que tenemos no es de potencial sino de percepción. Tenemos infinito potencial, pero a veces nuestras creencias limitantes te impiden ser consciente de tus posibilidades. Para trabajar las creencias limitantes te recomendamos reconocerlas y trabajarlas con el re encuadre de creencias que publicamos previamente.

5. No sabemos cómo lograrlo: Creer que podemos lograr un objetivo es necesario pero no suficiente. Algo que también dice Tony Robbins es que por más confianza que tengamos, si avanzamos en dirección Este buscando una puesta de sol, no vamos a encontrarla. Necesitamos tener una estrategia que funcione. En la metáfora de la puesta de sol, necesitamos el conocimiento para saber que el sol se pone por el oeste y la capacidad de actuar para caminar en esa dirección. Para esto podes preguntarte: ¿qué necesito aprender para lograr mis objetivos? Y ¿qué necesito hacer?

6. No tenemos el hábito de hacerlo: Hacer las cosas una o dos veces no alcanza. Una muestra de esto son aquellas personas que se proponen bajar de peso y van al gimnasio una o dos veces y luego abandonan. Tenemos que incorporar las acciones de manera permanente, de manera que las hagamos sin siquiera pensar en ellas. Cambiar un hábito toma aproximadamente 90 días. Si queremos adquirir una nueva habilidad, vamos a tener que comprometernos a hacerlo diariamente durante 90 días, hasta que el cambio sea permanente en nosotros.

7. Nuestras emociones nos limitan: Aún poniendo en práctica los puntos anteriores, las emociones pueden limitar nuestras acciones y hacer que abandonemos el proceso de lograr nuestros objetivos. Emociones tales como el miedo, la frustración o el rechazo tienen un gran poder sobre muchas personas, al punto que hagan que estas personas se den por vencidas. Es importante entender que estas emociones van a estar presentes, pero tenemos que tener el coraje para seguir actuando de todas maneras. Una de las claves del éxito es aprender a tolerar la frustración y el rechazo masivo. Del otro lado de la frustración y el rechazo está el éxito. El problema surge cuando permitimos que estas emociones nos limiten. O cuando esperamos que estas emociones desaparezcan. Las personas exitosas sienten estas emociones, pero actúan igual.

Te invitamos a pensar en tu situación actual, y a que te preguntes si te identificas con alguna de estas razones.

Re encuadre de creencias “causa y efecto”

Como hemos visto en discusiones anteriores, nuestras creencias influyen en los resultados en nuestra vida. Un tipo de creencias limitantes, según la PNL, son aquellas creencias de tipo causa y efecto. Estas creencias son aquellas del tipo “A causa B”. En general A es una circunstancia y la creencia es que esta circunstancia A lleva a otra circunstancia B. Esta relación de causa y efecto entre A y B muchas veces no es del todo correcta y en general la construimos sin considerar muchos factores.

La idea del reencuadre es considerar nueva información que no tuvimos en cuenta previamente, y que esto nos permita generar nuevas posibilidades de pensar y actuar.

Un ejemplo de creencia causa y efecto puede ser la siguiente: “no consigo trabajo porque no estoy capacitado”. Llevándolo a una relación de causa y efecto, la causa A sería “no estoy capacitado”. El efecto de esto, o sea B, sería “no consigo trabajo”. En otras palabras, según esta creencia, el hecho de no estar capacitado es la causa de que no consiga trabajo.

El re encuadre de creencias consiste en hacernos preguntas que nos permitan abrirnos a nuevas posibilidades de lograr nuestros objetivos, que en este caso es “conseguir un trabajo”. Veamos algunas formas de re encuadrar esta creencia limitante:

1. Cambiar la causa: Si fuera verdad que la causa de mi falta de trabajo es la ausencia de capacitación, lo primero que puedo preguntarme es: ¿cómo puedo capacitarme? o ¿cuál es la mejor manera de capacitarme? ¿Qué capacitación necesito exactamente?

2. Reencuadrar la causa: Es posible que la falta de capacitación no sea la causa real del hecho que no tenga trabajo. ¿Cómo llego a la conclusión de que no consigo trabajo porque no estoy capacitado? ¿Qué evidencia tengo para establecer esta relación? ¿Qué otras causas pueden existir para que no consiga trabajo?

3. Información específica sobre el efecto: ¿Cómo exactamente no consigo trabajo? ¿En qué etapa del proceso me afecta no estar capacitado? ¿No me llaman para una entrevista? ¿No clasifico para una etapa posterior? El encontrar el momento específico puede ayudarme también a identificar nuevas causas u otras maneras de capacitarme.

5. Reencuadrar el efecto: Es posible que no consiga determinado tipo de trabajo con el nivel de capacitación que tengo, pero ¿qué trabajo puedo conseguir con mi nivel de capacitación actual?

6. Generalización: ¿Será que el 100% de las veces que alguien no está capacitado pasa el resto de su vida sin conseguir trabajo? Para desafiar la relación de causa y efecto puedo buscar un contra ejemplo que me ayude a darme cuenta que esta relación no ocurre siempre.

7. Enfocarse en el futuro: ¿qué pasaría si sigo sin conseguir trabajo el los próximos 10 años?

Te invitamos a que identifiques tus creencias limitantes de causa y efecto y luego tomes un tiempo para responder cada una de estas preguntas. Seguramente te ayudarán a pensar de manera diferente sobre la manera de lograr tus objetivos.

10 preguntas para descubrir mi propósito (Adaptado de David Cantone)

El propósito tiene que ver con nuestra misión en la vida. Aquello que nos apasiona. Tiene que ver con algo intangible, generalmente relacionado con alguna virtud humana, o alguna cualidad particular que nos sentimos felices de contener. No tiene que ver con algo material, lo material está relacionado con objetivos concretos. Una vez que conocemos nuestro propósito, los eventos de la vida se alinean para lograr aquello que nos apasiona.

Probablemente hayas escuchado muchas veces eso de “haz lo que te gusta, dedícate a tu pasión y serás feliz”.

La pasión es ese fuego interior que nos permite disfrutar cada minuto de lo que hacemos, no importa lo que sea que estemos haciendo. Se trata del entusiasmo que sentimos cuando hacemos algo y no nos damos cuenta de que el tiempo pasa.

Si te sientes infeliz con tu ocupación actual es que te falta pasión por lo que haces. Pasan los días y estás corriendo sin parar en una rueda de hámster y, aunque sabes que tanto esfuerzo no te llevará a donde tú quieres, la inercia de la rutina y el miedo al cambio te impiden abrir los ojos.

A esta altura de tu vida puede que no sea fácil plantearte un cambio tan importante, pero lo que está en juego es algo que no tiene precio: la felicidad y la sensación de plenitud. Tu vida es tuya y como tal te pertenece sólo a ti decidir cómo la vas a vivir.

Hoy, más que nunca, dedicarte a lo que te gusta es posible. Sólo una advertencia, nunca dejes tu actual ocupación hasta que veas que tienes los cabos del nuevo barco bien amarrados.

¿Pero cuál es mi pasión?

La pasión no siempre se presenta de forma evidente en nuestras vidas. De hecho, la mayoría de las personas necesitan pensarlo durante meses e incluso años. Difícilmente llegarás a buen puerto si no sabes hacia donde te diriges.

Toma papel y lápiz, y pásate en silencio el tiempo que haga falta hasta que te respondas con sinceridad las siguientes preguntas. Puede que tardes meses en responderlas, pero lo que habrás ganado a cambio del tiempo invertido será de un valor incalculable.

Sin más demora te dejamos las 10 preguntas que tienen que ayudarte a descubrir tu propósito en la vida:

1. ¿Mi vida está yendo cómo yo quiero o simplemente me estoy dejando arrastrar?

2. ¿Qué actividad estarías dispuesto a hacer día tras día sin cobrar nada a cambio?

3. ¿Qué actividad hace que pase el tiempo sin que ni siquiera te des cuenta?

4. ¿Si pudieras elegir qué cosa harías para el resto de tu vida?

5. ¿Sobre qué tema lees mucho sin resultarte tedioso o aburrido?

6. ¿Cuáles son tus libros favoritos?

7. ¿A quién admiras por lo que hace, o por la vida que lleva?

8. ¿Si viajaras en el tiempo elegirías de nuevo lo que ahora haces o lo cambiarías? ¿Qué cosa elegirías?

9. ¿Qué cosas hacen que se dispare tu creatividad?

10. ¿Qué cosas haces con mucha facilidad y mejor que la media?

Estas son algunas preguntas que te servirán de ayuda si aún no tienes claro tu propósito en la vida. Dispone del tiempo que haga falta. Lo realmente importante es que las respondas con sinceridad.

Dedícale unas horas diarias durante unos meses y observa cómo evoluciona tu estado de ánimo. También es aconsejable hablar con personas que transmitan pasión por lo que hacen y preguntarles todo lo que se te ocurra.

Este puede ser el momento más importante de tu vida. Conócete a ti mismo y podrás moldear el mundo que te rodea en tu provecho.

¿Y tú qué opinas? ¿Estás viviendo tu pasión?

(*) Adaptado de David Cantone

Cómo definir nuestro propósito en la vida

Este ejercicio se encuentra en el libro de Jack Canfield "Los Principios del Éxito", y te ayudará a definir el propósito en tu vida. Tu propósito tiene que ver con tu misión, con aquello que realmente te inspira y te motiva, con aquello que harías por iniciativa propia.

1. Enumera 2 ó 3 cualidades personales destacadas de tu persona, como por ejemplo “entusiasmo” y “creatividad”.

2. Elige una o dos formas a través de las cuales te gusta expresar esas cualidades cuando interactúas con los demás, como por ejemplo “dar apoyo” o “inspirar”.

3. Ahora imagínate que el mundo es perfecto. ¿Qué aspecto tiene? ¿Cómo interactúa cada uno con los demás? ¿Qué se siente?

Escribe tu respuesta como una declaración, en presente, describiendo las circunstancias de fondo del mundo perfecto tal como lo ves y lo sientes. Recuerda que un mundo perfecto es un lugar divertido.

Ejemplo: Todo el mundo expresa libremente su talento particular. Todo el mundo trabaja en armonía. Todo el mundo expresa amor.

4. Combina las tres secciones anteriores en una única declaración

Ejemplo: Mi propósito es usar mi creatividad y mi entusiasmo para dar apoyo e inspiración a los demás para que puedan expresar libremente su talento de un modo armonioso y con amor.

EXITOS!!

Las 6 necesidades humanas según Tony Robbins

Según el conocido motivador y Coach Anthony Robbins, existen 6 necesidades humanas principales. No se trata de deseos sino de necesidades profundas que influyen en lo que pensamos, sentimos y hacemos.

Qué tanto satisfacemos estas necesidades y cómo lo hacemos tiene una fuerte influencia sobre la calidad de nuestra vida. En ocasiones estas necesidades entran en conflicto una con la otra y esto nos genera problemas.

A continuación te presentamos estas 6 necesidades:

Certeza: Nuestra primera necesidad es tener certeza, seguridad, en saber lo que va a pasar en nuestra vida. Esta es una necesidad muy básica relacionada con el instinto de supervivencia. Es una de las necesidades mas importantes para poder vivir nuestra vida de manera tranquila. ¿Tuviste algún momento en tu vida de total incertidumbre, un momento en el cual no sabías que iba a pasar? Ese momento puede haberte generado mucha ansiedad, porque no estabas satisfaciendo esta necesidad de certeza.

Variedad: Aunque parezca contradictorio, una vez que cubrimos nuestra necesidad de certeza, necesitamos cierta incertidumbre en nuestra vida. Necesitamos variedad para que nuestra vida no sea aburrida. Si sabemos todo lo que va a pasar en el futuro, podremos sentirnos seguros y tranquilos, pero vamos a estar aburridos y con falta de motivación. Aquí surge la necesidad de variedad, de novedad.

Importancia: Tenemos también la necesidad de sentirnos importantes, necesitados, valorados. De tener un sentido de propósito en nuestra vida. Sentir que somos únicos y diferentes en algún aspecto. Que nuestra vida tiene sentido. ¿Conoces tu propósito en tu vida? Conocerlo te va a ayudar a satisfacer esta necesidad.

Conexión/amor: La tercera necesidad nos motiva a descubrir en qué somos diferentes y únicos. El problema es que esto puede estar en conflicto con nuestra cuarta necesidad: la necesidad de conexión y amor. ¿No es esto lo que realmente queremos? Necesitamos sentirnos amados y conectados con el resto de las personas. Necesitamos tener vínculos con otras personas para sentirnos felices.

Crecimiento: Necesitamos crecer. Sentir que progresamos. Nuestra mente busca la expansión, el crecimiento. Si no crecemos morimos. No vamos a ser felices si no crecemos como personas. No importa lo que hayamos logrado, necesitamos seguir creciendo para sentirnos vivos, para estar motivados.

Contribución: Contribución se trata de dar hacia los demás. De sentir que aportamos algo al mundo. Una vez que logramos cubrir nuestras necesidades anteriores, esta necesidad se vuelve más importante.

Te invitamos a que te preguntes: ¿cuales son tus dos necesidades más importantes? ¿De qué manera estás satisfaciendo estas necesidades? ¿Qué conflictos puedes tener entre estas necesidades? ¿Qué estrategia usas para resolver estos conflictos?

Luego de eso te recomendamos enfocarte en tus seres queridos más cercanos, y preguntarte cuales pueden ser sus necesidades más importantes. ¿Estamos ayudando a esta persona a satisfacer esas necesidades?

Estas preguntas pueden contestarse de a dos, para conocernos más a nosotros mismos y a los demás.

Adaptado de “poder personal 2” de Anthony Robbins